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Nuestra Busy Board
O cómo la tabla de achiperres
llegó a nuestra vida.
10 Mayo 2018
Dicen que ya no eres un bebé.
Tu carita, tu cuerpo, tus manos...
¿Hacemos un trato?
11 Abril 2018
Lo mejor que puedo ofrecerle soy yo
Y la vergonzosa baja de maternidad
en España.
01 Marzo 2018
Matronatación
El primer día.
13 Septiembre 2018

Cesta de cuentos

May

Si este año hay un regalo que he disfrutado especialmente preparando es éste.

Los peques de ahora, es cierto, tienen de todo. No hay casi nada que puedas regalarle que le haga ilusión, y menos tan pequeños.

Por eso cuando nos propusieron pedir a los Reyes Magos cuentos para mis sobrinas vi el cielo abierto... ¡Me encantó la idea! 

¡Haremos una cesta de cuentos!


Una cesta de cuentos es eso: cuentos elegidos con amor y metidos con estilo dentro de una cesta decorada y envuelta con pericia y decoro. 

Y así quedaron.


¿Cómo lo hice? Super fácil.

1. Compra la caja. No hace falta que sea muy grande, pero sí recomiendo que sea de madera, porque los cuentos, juntos, pesan mucho. Asegúrate de que la caja no tiene astillas, porque si no, como a mí, te tocará lijar.

2. Compra los cuentos. Hay miles de títulos en el mercado. Pero no compres cualquier cosa. Indaga en los gustos del niño y que sean adecuados a su edad. En mi caso, mi sobrina mayor tiene año y medio, y la pequeña, 15 días. Tenía algunos en mente que usábamos con éxito en casa y que quería que ellas tuviesen. Así que esos tenían que estar. Por otro lado, hay muchísimos recursos en la red y en redes sociales sobre las mejores lecturas infantiles, las más recomendadas por edad, las que más gustan, las que hacen incapié en ciertos comportamientos (la llegada de un hermanito, quitar el pañal, el primer día de colegio...).

3. Monta la cesta. En el fondo de la caja yo coloqué un relleno de esos de papel que parecen pajitas, y sobre él coloqué los cuentos. Me estuve un rato pensando cómo colocarlos para que se viese un poco de la portada de cada uno y quedasen bonitos. Cuando los tengas, si la cosa se queda inestable, siempre puedes atarlos entre sí con una cinta de raso o un cordón.

4. Envuelve la cesta en papel transparente de regalo, ciérrala arriba y ponle el lazo perfecto. En mi opinión esto es lo más complicado, porque esos plásticos se mueven como cosa mala y no hay quien los adapte. Pero merece la pena.

Y por último, regálala con amor.




Yo el año que viene ya sé lo que le voy a pedir a los Reyes...



Aquí os dejo los enlaces a los cuentos que incluí en cada una de las cestas.

Cesta de 0 a 1 años:

Cesta de 1 a 2 años:

Déjame educarlo

May

Ahora que mi peque es un poco más formal, vamos más veces de visita a casa de amigos y familiares. La verdad es que es un gusto, tras tanto tiempo, empezar a salir de casa y tener una vida un poco más social.

Aún no nos planteamos ir a un restaurante o algo así. Tal vez otros niños de año y medio sean más pacientes y tranquilos y transijan con esas actividades de adultos, pero el mío aún no.

Lo dicho. Que últimamente socializamos más en casa ajena porque mi hijo es más formal y se entretiene durante más tiempo.

Sin embargo hay una cosa que me molesta mucho en esas salidas, y no es por un mal comportamiento suyo.

Si mi hijo juega con unos juguetes ajenos y luego no los quiere recoger me viene la típica frase de: "Mujer, déjalo, que luego lo recojo yo".

Sí mi hijo tira comida al suelo y le regaño o le pido que la recoja... "Mujer, déjalo, si es muy peque, total, el suelo está muy sucio y mañana tengo que barrer".

Sí mi hijo quiere tocar figuritas de salón ajeno, o abrir cajones... "Mujer, no te preocupes, no le regañes, déjale que lo toque, y si se rompe no pasa nada, total, casi mejor porque estoy harta de ellas"...

Y frases por el estilo. ¿No os ha pasado?

Pues a mí me ponen enferma.





Yo no regaño a mí hijo porque me guste.

Le regaño porque hay cosas que no se tocan, hay que respetar las pertenencias ajenas.

Le regaño porque la comida nunca se tira al suelo, y si se hace sin querer hay que disculparse y recogerla.

Le regaño porque si se sacan juguetes hay que recogerlos, dentro y fuera de casa.

No le estoy regañando. Le estoy educando para que, tanto si está en su casa como en la tuya, se comporte de una manera respetuosa, tanto con año y medio, como con 15.

Así que por favor, aunque de verdad no te importe recoger los juguetes, o barrer el sueño mañana, o que se rompan esas figuritas, no te metas. Guarda silencio y alégrate de que tratemos de darle una buena educación y un buen ejemplo desde pequeño.

Matronatación: depurando la técnica

May


Tenía que escribir este post para contaros todos los avances que hemos hecho en las clases de Matronatación, y la verdad, no sabía de dónde sacar el tiempo. Pero por fin aquí está. He conseguido unos minutitos tranquila para narraros nuestras últimas experiencias.

La media hora de Matronatación es la más esperada por mi bebé en toda la semana. Cuando me ve en formato croqueta con la mochila de deporte, él ya sabe dónde vamos, y todo el trayecto en coche va diciendo pisci… agua…pato…

La verdad es que estoy muy contenta en este tema. Uno de mis mayores temores, aparte de no saber cómo hacer en el vestuario con él, era si realmente mi hijo estaría receptivo a este tipo de actividad. Y la verdad es que sí lo está. ¡Le encanta!

Por otro lado, hemos depurado la logística a ejecutar y la equipación a llevar. Seguro que os comenté que le dan miedo las duchas de presión del vestuario… Así que como no nos podemos duchar, hemos eliminado una gran parte del ajuar inicial.

Aquí os dejo la lista actualizada de todo lo que llevamos (que sigue sin ser poco).

Lista actualizada de todo lo que llevamos:

➤ Mochila ➤ Bolsas de aseo
➤ Toalla mamá ➤ Cepillo mama y peine bebé
➤ Toalla bebé ➤ Cambiador de neopreno
➤ Albornoz bebé ➤ 2 Pañales normales
➤ Bañador de mamá ➤ Toallitas de bebé
➤ Pañal antifugas ➤ Crema de culo
➤ Chanclas mamá ➤ Pijama de bebé
➤ Escarpines bebé ➤ 2 Pañales de piscina desechables
➤ Candado de combinación ➤ Bolsas de plástico


Os cuento cómo procedemos un día normal de Matronatación mi enano y yo:

Salgo de currar a toda pastilla dirección a mi casa. No os creáis que me es sencillo, tengo el trabajo a 1h en coche (atasco incluido), pero cualquier gota de lluvia, control de policía, accidente, mosca volando o evento inesperado puede convertir esa hora en una pesadilla de 2 o 3 horas.

Aparco en el garaje y subo a casa. Lo primero: un beso amoroso a los hombres de mi vida. Lo segundo, un pis y ponerme el bañador… ¡Y no olvidar meter en la mochila mi ropa interior!

Cojo al enano (Papá le tiene listo) y la mochila y salgo pitando de nuevo hacia el centro deportivo, a unos 10 minutos en coche. Pugno por aparcar lo más cerca posible (normalmente no lo consigo).

Si aparco cerca, solo cojo al niño y la mochila (versión tortuga ninja). Si aparco lejos, me pongo la Ergobaby delante y meto al niño en ella, y me pongo hacia atrás la mochila de la piscina (versión albóndiga). Nos metemos en el complejo deportivo.

En los vestuarios antidiluvianos hay una pequeña sala, con puerta, antes de entrar a los vestuarios propiamente dichos. Me meto ahí de cabeza y cierro la puerta (ya no se me escapa el enano). Yo me quito mi ropa y me pongo mis chanclas. Le desvisto y le pongo su bañador y sus escarpines. Cojo mi gorro (él ya no se lo pone) y lo engancho en el tirante de mi bañador. Cojo el candado, mi toalla, su albornoz, silencio el móvil y cojo mi mochila. Accedemos a los vestuarios propiamente dichos y guardamos la mochila en la también antidiluviana taquilla, le pongo el candado y listo.

Lo más difícil ya está hecho


Como le dan miedo las duchas (tanto si se moja él como si me mojo yo), pero tenemos que entrar duchados, lo que hacemos (Dios nos perdone) es simular que nos hemos duchado.

Me pongo el gorro y dejo a mi enano en el suelo medio segundo, lo justo para apretar el pulsador de una de las duchas y meterme debajo del chorro unos instantes. A continuación, cojo a mi enano y le abrazo para mojarle un poquito, incluido el pelo.

Le envuelvo en una toalla (nadie sospecharía de un bebé envuelto, quedan adorables) y salimos para el tanque.

Prueba superada. La raspa de la piscina que determina si vamos lo suficientemente mojados o no está de acuerdo y nos da paso.

Nos encaminamos al fondo, al taque pequeño donde hacemos Matronatación, a esperar nuestro turno. Dejamos allí, en zona seca, mis chanclas (él puede acceder con los escarpines), la toalla y el albornoz.

¡¡Y a disfrutar!!!


Una vez hemos acabado la actividad, bien cansaditos pero con una gran sonrisa, llega la hora de hacer la operación inversa. Amantujados con la toalla y el albornoz, recorremos el camino hacia el vestuario (la chica raspa ya no nos dice nada). Lo primero que hacemos es coger nuestra mochila y abandonar la posesión de a taquilla para siempre.

En los vestuarios hay cambiadores de bebé, pero no tantos como son necesarios tras una clase de matronatación. A mi no me hacen falta, prefiero un banco.

Elijo el banco que monopolizar (en serio), y dejo allí mi mochila. Lo primero que hago es sacar su cambiador de neopreno y extenderlo en el mismo banco, al lado. Me he dado cuenta de que el truco es cambiarle primero a él, y luego yo.

Como el terror no nos deja ducharnos (ya lo haremos en casa), le seco bien y le pongo su pañal y su pijama (sí, me llevo el pijama, por si se duerme…ya le ducharé mañana). Le pongo sus zapatillas (no quiero que pise ese suelo descalzo) y sobre una toalla seca le dejo bien sentadito con su botella de agua, mientras a trocitos le voy dando un bollito (es importante írselo dando a trocitos, porque si se lo dejo entero, se lo come de un bocado y se pira a investigar por ahí).

Mientras está sentadito, cansado de la actividad y de lo intempestivo de la hora, con su agua y su bollito, aprovecho para secarme y vestirme rápidamente. Meto todo lo mojado en las bolsas de plástico y saco las llaves del coche, las gafas de ver y le doy volumen al móvil.

Todo esto mientras le voy dando trozos de bollito.

Yo acabo en un pispas. Volvemos a ponernos en formato tortuga ninja o croqueta y nos encaminamos, cansados pero felices, a por el coche.

Cuando llegamos a casa, el Papá le da un baño al enano mientras yo aclaro y tiendo la ropa que traigo mojada. Luego me toca ducha a mí, mientras el peque cena.


Y esa es la logística que seguimos cada sesión de Matronatación. Es la que he visto estos días que nos funciona al 100%, nos hace a los dos estar tranquilos y disfrutar realmente del tiempo de baño.

¡Espero que os haya gustado! Qué técnica usáis vosotros?

Matronatación: Primer día

May



Pues por fin llegó el primer día de matronatación. Pondríamos a prueba todas nuestras expectativas en esa pequeña media hora en la piscina. Cómo reaccionaría mi bebé? Le gustaría? Le daría miedo?

He de confesar que la noche de antes tuve un sueño inquietante... Mi peque iba todo precioso con su equipo matronil impoluto, nos metíamos en la piscina, todo salía a pedir de boca, nos estábamos divirtiendo... y de repente la gente nos empieza a mirar y nos señala... Qué es lo que miran?

Mi cara avergonzada con la gota cayendo, como en el típico dibujo manga. No podía ser. Una pequeña caca flotaba a nuestro lado... mi precioso bebé no había podido contenerse, demasiado éxtasis acuático y demasiado relax, y el pañal no había evitado la fuga...

Pero solo fue un sueño. Ese día era el primero de los cursillos de matronatación y yo como mami estaba dispuesta a darlo todo. Flotase lo que flotase.

El papá de la criatura estaba encargado de tener al enano limpio y a punto para que cuando yo llegase de trabajar fuera cogerle, arrancar el coche, aparcar y meternos en el agua. Nada podía fallar.

Llego a casa, cojo al niño, la mochila, las llaves, y cuando voy a salir por la puerta oigo una vocecilla varonil que me dice... Ah, May... que sepas que hoy aún no ha hecho caca.

Un sudor frío comenzó a recorrerme el cuello, y la gota manga de la vergüenza tiñó de miedo mi estampa de nuevo.

Eres valiente, tira para la pisci. El pañal hará su trabajo.


Olvidando el tema de la caca por un momento, llegamos con el coche al parking cercano (bueno, o no tan cercano). Me puse mi Ergobaby, coloqué al enano, me planté la mochila a la espalda y tiré para el Centro Deportivo.

Primera prueba superada: aparcar relativamente cerca y en un sitio legal.

La segunda prueba iba a ser prepararnos en el vestuario. Como os dije en otros post, mi enano es un alma libre e inqueita que siente curiosidad por todo. Un vestuario no iba a ser una excepción.

Mientras yo sacaba lo justo para poder salir al tanque, él decidió que lo mejor era explorarlo todo. Los bancos, las taquillas (le fascinan), los lavabos, los inodoros... Miraba a las chicas cambiarse y gritaba ¡teta! Así que mantenerle cerca de mí era como tratar de controlar una pelota en la cima de una montaña. Le traía, le dejaba sentadito, pero me daba la vuelta y se piraba.

Me desvestí, me puse el gorro y las chanclas. Le desvestí, le puse el bañador antifugas (por dios, que lo sea) y sus escarpines, cogí su gorro, las toallas, cerré la antidiluviana taquilla, y ale, a la piscina.

Cuando rebasamos la línea que separa la cueva de los vestuarios dirección a los tanques, una chica muy amablemente me dice que tenemos que ducharnos.

Uy, es cierto, se me había pasado.


Volemos al vestuario para remojarnos un poco, porque las duchas de fuera son de agua fresca, y las de dentro están más calentitas.

Cuál fue mi sorpresa, con lo acuático que es mi enano, cuando al pulsar el pulsador de la ducha veo el rictus de la amargura en su cara. No puede ser, a mi hijo le dan miedo esas duchas. No sé si será la presión del agua, el ambiente o qué... pero imposible meterle, ni solo ni conmigo. Y tampoco quería que le dejase en el suelo y me mojase yo.

Vale, mami valiente, no pasa nada.

Me remojé un poco como pude y a él le saqué envuelto en la toalla... así nadie sospecharía de nosotros.

Estrategia perfecta. Salimos a los tanques sin levantar sospechas, y nos fuimos a la piscina donde se imparte la matronatación.

Ya estaban todos los papás y mamás con sus bebés metiéndose... justo a tiempo.

Pero nos faltaba la tercera prueba... colocarle el gorro.

Nada, que para mí. De nada sirvió decirle y mostrarle que todos los niños y sus papás iban con gorro y que él también tenía que ponérselo. No quería gorro.

Así que rebusqué en lo más profundo de si misma buscando mi lado zen, y llegué a la conclusión de que mi enano y yo íbamos para divertirnos, pasar un buen rato y disfrutar. No me iba a pegar con él ni para las duchas ni para los gorros. Y así se lo dije a nuestro monitor, alegando que había espaldas más peludas nadando en la piscina que la cabecita perfecta de mi hijo. No hubo réplicas, así que nos metimos sin gorro.

Entramos en el agua, que estaba templadita, y en un primer momento mi pequeño rebelde puso cara rara, como diciendo...esto tiene mucha más agua que la bañera. Pero fue solo un momento. Enseguida quiso chapotear con el líquido elemento en mis brazos, nos relajamos todos, olvidamos el gorro, la ducha, la caca y a disfrutar.

La verdad es que por ser el primer día nos dejaron un poco a nuestro aire. La idea era que los peques se familiarizaran con su nuevo entorno, cogiesen confianza y estuviesen a gusto. Pues he de decir que lo consiguieron, porque pasada la media hora no había quien le sacase del agua.

De momento él siempre estaba en mis brazos, jugando, cojiendo patitos, aros o lo que nos tirasen al agua. Y con una enorme sonrisa en los labios que mereció con creces toda la logistica, las prisas y las preocupaciones.

A la salida del agua, de vuelta al vestuario, me dejó claro que no nos íbamos a quitar el cloro debajo de una de esas duchas del infierno. Así que primero le sequé y le vestí a él con la ropa de calle, y luego, muy bien sentadito sobre el cambiador, con una botella de agua en una mano y un bollito en la otra, mami pudo secarse y vestirse, guardarlo todo en la mochila y peinarse un poco los pelos.

Es muy cierto que salen cansados y con hambre.
Hay que ir preparados... y aprovecharlo.


Salimos del complejo hacia nuestro coche. Él cansado, y yo muy satisfecha con nuestro primer día. Habíamos superado todas las pruebas bastante bien, habíamos dejado atrás nuestras preocupaciones, y habíamos disfrutado mucho los dos.

Por otro lado, ya me había echo una idea de lo que necesitaba y lo que no para la próxima semana, de puntos logísticos a mejorar y de actitudes a tomar para disfrutar al máximo.

Así que si queréis saber más de nuestras aventuras y desventuras acuáticas, os recomiendo que no os perdáis el siguiente post.

¡Hasta la próxima!

Matronatación: equipo básico (volumen 2)

May




Ya os conté en el primer post lo emocionados que estamos ahora que vamos a empezar la matronatación. Espero que sea una experiencia única, que nos relaje tanto a mí como al enano, y que también, y sobre todo, nos una en una actividad diferente que hacer durante invierno.

Esta mañana hemos terminado de ultimar todas las cosas que tenemos que llevarnos. La verdad es que no es sencillo, primero porque con un enano hay que movilizar muchísimas más cosas que para un adulto. Y segundo y lo más importante, porque nunca hemos ido a matronatación y no sabemos muy bien que es lo que vamos a necesitar.

Como ya os comenté, hemos estado todo el verano instruyéndonos a base de las experiencias que otras personas han tenido en este fabuloso campo, con el fin de elaborar una lista con los imprescindibles más necesarios que tenemos que llevar.

La lista oficial de todo lo que vamos a llevar es la siguiente:


➤ Bolsa/Mochila ➤ Escarpines bebé ➤ Esponja bebé y esponja desechable
➤ Toalla mamá ➤ 2 Pañales de piscina desechables ➤ Cepillo mama y peine bebé
➤ Toalla bebé ➤ Cambiador de neopreno ➤ Bolsas de aseo
➤ Albornoz bebé ➤ 2 Pañales normales ➤ Secador
➤ Bañador de mamá ➤ Toallitas de bebé ➤ Candado de combinación
➤ Pañal antifugas + gorro➤ Crema de culo ➤ Bolsas de plástico
➤ Chanclas mamá ➤ Champu + gel + crema➤ Pijama de bebé




Como lista no está mal, verdad? 

Y aunque no lo creáis, cabe todo en la bolsa.

La bolsa es nuestra nueva adquisición. He comprado una bolsa de deporte que al mismo tiempo la pueda usar como mochila, y así llevar las manos libres e ir más cómoda para llevar a mi enano en brazos o en el portabebés (ya veréis...pareceré una tortuga ninja o una albóndiga).

Me recomendaron llevar un albornoz para el peque, porque es más cómodo que la toalla para usarlo en un primer momento cuando salgamos de la piscina y vayamos a los vestuarios. Así que ahí va, a ver si luego me resulta tan práctico.

El bañador mío irá puesto desde casa...y el del enano se lo pondré allí (por lo que pueda pasar durante el trayecto). Por si acaso llevo un par de pañales desechables de piscina, no sea que tengamos que hacer un cambio express.

Llevamos, claro está, el equipo básico para cambiar el culo y dejarle limpito, y el pijama porque al salir un poco tarde, ya le llevo listo para cenar y a la cama (o esa es mi intención).

De aseo llevamos una esponja para él y una desechable para mí (no creo que me deje ducharme, así que mejor probar con desechables, y si se tercia, me llevaré una decente). Compartimos champú, gel y crema para ahorrar espacio y agilizar la logística.

El secador no lo llevaré. Primero, porque a mi enano le da miedo el ruido que hace; segundo, porque creo que hay allí; y tercero, porque aún hace calorcito y se puede salir con el pelo mojado. Vamos a dejar que se seque al viento...

Muy importante bolsas de plástico para todo. Para bañadores, zapatos, chanclas.,.. todo lo que hay que proteger de la humedad o lo que nos traeremos mojado de vuelta.

Y sin olvidarnos de un candado para la taquilla. Mejor de combinación, y así no llevamos llaves molestas en el agua.

Bueno, y aquí termina mi post. Yo creo que voy preparada. Espero que todo lo que lleve sea suficiente, y que con el paso de los días lo vaya depurando y contándoos lo que realmente eché de menos (espero que poco) y lo que me sobró.

¡¡A cuidarse!!

Matronatación: equipo básico (volumen 1)

May



Bueno, bueno… Hoy quiero contaros algo que me emociona enormemente.


Este curso iniciamos la Matronatación.



Mi peque es un enano muy intenso que siempre anda de aquí para allá jugando, gritando, bailando… (y a veces liándola parda, todo sea dicho). Este año me apetecía dedicar un pequeño tiempo de nuestras vidas a hacer algo diferente, algo que se pudiese hacer durante los fríos días de invierno, algo que despertase sus estímulos y nos relajase a ambos. Aunque trato de dedicar el máximo tiempo de calidad con él en casa, aún es muy peque para mantenerlo mucho rato entretenido con juegos, manualidades o cuentos.

Y espero encontrar ese momento estimulante en la matronatación, o al menos deposito muchas esperanzas en ello.

Lo primero que hice fue informarme de dónde podríamos practicar matronatación cerca de mi domicilio, y la verdad, con lo de moda que está, me sorprendió mucho no encontrar mucha información ni muchas piscinas o centros deportivos que la ofertasen.

Lo segundo que me decepcionó fue encontrarme con horarios bastante incompatibles con una mamá trabajadora. Encontraba sesiones a media mañana o a primeras horas de la tarde, completamente alejados de mis posibilidades laborales. Así que me decanté por uno de los centros deportivos que hay en mi localidad, principalmente porque me ofertaban un horario mucho más amplio.

Una vez inscritos, el primer paso estaba ya dado. Ahora tenía que nutrirme de las experiencias de otras mamás o papás para preparar nuestro equipo piscinero.

Miré un montón de vídeos y leí muchísimos post sobre qué llevar y qué no a los cursillos, y lo que aprendí es que, como casi siempre, cada maestrillo tiene su librillo, y lo que a unos papás les va genial, a otros no les hace falta para nada. Con lo cual, he decidido adaptar esas recomendaciones e ideas a mi estilo y a las necesidades que considero que mi peque puede tener.

El tercer punto era equipar a mi peque. La verdad es que encontré muchas tiendas online que me facilitaban todo tipo de artículos de piscina para bebés, pero me decanté por una en concreto debido a que estaba especializada solo en matronatación para bebés, niños y embarazadas. Y esa especialización me dio mucha confianza, la verdad. 

Se llama Va de pekes, y la verdad es que todo estupendo y respondieron a todas y cada una de mis dudas, unos grandes profesionales. Echadle un ojo a su web, además, tienen muy buenos precios.





Me decidí a hacer un pedido con lo que creo que será su equipación básica:

  • Pañal antifugas de neopreno.
  • Gorro de baño a juego (a ver quién le echa arrestos a ponérselo).
  • Escarpines antiresbalones.
  • Cambiador de neopreno.


Por qué estos artículos?


El pañal antifugas es obligatorio (gracias a Dios). No queremos más compañía flotante que la que nos aporten nuestros peques 😊. Bien es cierto que podría comprar de los desechables que venden en casi cualquier gran superficie (y que ya he probado este verano), pero tengo un fuerte convencimiento ecológico que tiende a alejarme de los productos desechables… y más cuando hay alternativas. 

Es cierto que llevaré un desechable como opción B por si tengo que usarlo in extremis, pero a priori mi idea es pasarme al neopreno, que además, y todo sea dicho, es infinitamente más bonito, y le cubre más la barriguita y la espalda.

El gorro de baño también es obligatorio en mi Centro Deportivo. Yo soy muy obediente y lo llevaré, pero tendrán que pegarse los monitores con mi enano para que se lo ponga. La verdad, no le veo mucho futuro, aunque también es monísimo.

Yo que he competido en natación creo que uno de las grandes inversiones que hay que hacer es siempre en el bañador y en el calzado. Por eso me decidí a cogerle unos escarpines que evitasen que se escurriese mientras da saltitos por el borde del tanque, y además le protegiesen de hongos en las duchas y los vestuarios.

Por el mismo motivo he comprado el cambiador. Por mucho que en mi centro haya unos cambiadores especializados para los bebés, hay que aislar al peque de bacterias y hongos indeseables, y también de la humedad. Creo que me va a venir muy bien tanto en la piscina como en otras situaciones fuera de casa.

Así que éste es de momento una parte del equipo básico. Espero ultimar todos los detalles y poder contaros en unos días cómo ha quedado el kit al completo. Seguro que tendré que ir modificando cosas según vayan pasando las semanas, pero por algo se empieza.


¡Deseadme suerte!


Cómo limpiar los duplos... en la lavadora

May

Los duplos son uno de los primeros juguetes que los peques suelen encontrarse a partir del primer año en sus vidas. Suponen un clásico indiscutible que se ha modernizado a lo largo de los años, con piezas perfectas para sus manitas, que les ayudan a aprender a manipular y encajar, y fomentan su creatividad, siendo a la vez seguros y sorprendentemente resistentes.

En casa tenemos un cajón lleno de ellos. La verdad es que la mayoría son duplos que tenemos en casa pueden considerarse retro, pues tienen más de 30 años (son los que yo utilicé de pequeña), pero están perfectos, y ahora salen del trastero en todo su esplendor para seguir sirviendo a la siguiente generación.

A mi peque le gustan mucho los duplos, y como es habitual, los chupa, los tira por el suelo, los esconde bajo el sofá, los coge con las manos llenas de galleta y babitas... Pobres duplos!

Esto conduce a que presenten a veces un estado un poco lamentable y nada honroso teniendo en cuenta con qué dignidad llevan sus años.

Hoy os cuento mi técnica para higienizarlos de vez en cuando y eliminar fácilmente toda esa suciedad que acumulan y que es tan difícil de quitar.

...Nada más sencillo...


Primero, hay que separar todas las piezas entre sí para que se laven bien. Seguro que a esto os pueden ayudar vuestros peques.

Una vez hecho eso, quita las bases, los muñequitos, las piezas que lleven pegatinas de papel y las piezas demasiado grandes. Todo esto debes lavarlo a parte, pues no saldrá muy bien parado.

Mete las piezas que sí puedes lavar en una bolsa de tela para lavar ropa delicada y mételos en la lavadora. Yo uso una que tengo bastante grande con cremallera.



Ponle un programa corto, con agua fría y centrifugado muy bajo. Puedes usar el mismo detergente que usas para lavar la ropa del niño.



Cuando el programa acabe, coloca la bolsa sobre una toalla. Como ves han quedado perfectos. Fíjate que a veces del mismo lavado-centrifugado algunas piezas vuelven a unirse. Sepáralas para que no acumulen agua y se sequen pronto.



¡Pues ya están higienizados!


Espero que os haya gustado este truco. Y vosotros... qué otros trucos de higienización de juguetes conocéis?


Nuestra Busy Board o Tabla de Achiperres

May


Bienvenidos a mi post sobre nuestra Busy Board o, como yo la llamo…la Tabla de Achiperres.

Sí señor. Parece que el concepto es muy novedoso…pues no. Quién no ha jugado con algo así, aunque de manera separada durante su infancia? Pues todos.

La virtud del Busy Board es que colocamos todo junto en una tabla, lo colgamos a la altura del niño y lo mantenemos en un entorno más seguro y controlado para que él disfrute y nosotros estemos tranquilos.

El concepto del Busy Board es ese. Que nuestro bebé pueda tocar esos objetos cotidianos y familiarizarse con su forma, su textura o la acción que les propone.

En mi caso se la pedí a su abuelito, que es un manitas para esto del bricolaje y que tiene un arsenal de achiperres sin usar metidos en cajas…por si acaso. El abuelito, qué duda cabe, perdió su culillo de abuelo en hacerle a su niño tan adorable juguete.


Qué elementos lleva?

Pues en mi caso un poco de todo. Principalmente cosas que se giran, que se abren/cierran, interruptores y una campanita.

Pero este juguete interactivo puede acoger casi cualquier cosa. Cada mamá o papá valorará qué es lo que considera mejor para su peque, en función de su edad y sus gustos.

Como ideas, se pueden pegar cremalleras, calculadoras de números gordos, tubos por los que deslizar pelotitas, engranajes…

Lo que sí es importante es que los elementos que lleve no sean peligrosos para los peques, que no sobresalgan mucho y puedan darse un coscorrón, que no se pillen las manitas con facilidad, que las pilas (para las luces) sean inaccesibles, que esté todo lavadito (porque lo chuparán).

La nuestra está decorada con pegatinas, y como veis muchas se han ido despegando (más a posta que sin querer). Nuestra idea es ir añadiendo objetos diferentes según nuestro peque vaya creciendo.



Qué ventajas tiene un Busy Board?

Mejora su percepción sensorial y su psicomotricidad fina? Si, claro. Les incitas a manipular esos elementos. También les obligas a concentrarse y a fijar la atención en un objetivo.

Pero sobre todo, esta tabla de achiperres les da muchas horas de diversión durante un rango de edad muy amplio, porque en cada etapa aprenden con ella un juego diferente.

Además, es un juego que ocupa relativamente poco espacio. En mi caso está colocada en el salón sobre un puzzle de suelo porque mi bebé aún no juega solo en su cuarto. Pero terminará colgada en su habitación, a una altura a la que pueda jugar sentadito. 

Eso significa que es un juguete que no hay que recoger. Está ahí, fin, pegado a su pared. No molesta. Todo un acierto.

Así que os animo a todos los mañosos a crear una tabla de achiperres para su peque. Seguro no tendrán un juguete igual.

Si queréis inspiraros, os recomiendo buscar en Pinterest qué tablas han construido otros papás. Hay verdaderas obras de arte, y siempre extraeremos buenas ideas de ellas.



Dicen que ya no eres un bebé…

May



Hay quien dice que ya no eres un bebé, que ahora que ya ha pasado un año, tu carita se asemeja más a la de un niño que a la de aquel recién nacido que vivía en mis brazos.

Dicen que ya tu cuerpecito precioso no es tan redondito, que poco a poco va estilizándose, vas creciendo, y la fisionomía aquella da paso a una diferente.

Dicen que ahora que tienes dientes y comes de todo a bocaditos hay que ir dejando atrás los biberones, el pecho y los chupetes, porque ya eres grande.

Dicen que ahora que das tus primeros pasitos ya no vas a querer ir en brazos y vas a explorar por ti mismo el mundo que te rodea.

Y qué es lo que digo yo? ¡Que cómo ha pasado el tiempo! Si hace apenas dos días nos conocíamos tú y yo en aquel hospital…



Que digan lo que quieran


Hacemos un trato?
Tu creces cada día un poco más, y yo te dejo crecer un poquito. Y así nuestro cordón umbilical se va cortando…


Pero no te preocupes, cariño. Yo soy muy feliz por verte conseguir nuevas metas, por ver que creces sano y fuerte, por verte manipular tu alrededor con tus manitas y porque veas el mundo a través de tus propios ojos.

Y estos momentos que pasamos, cuando eras un bebé, de los que tú no te acordarás, los guardaré yo en mi alma para siempre.

Y en esos recuerdos siempre serás un bebé…mi bebé.

Mis 11 Imprescindibles para sobrevivir a la maternidad dignamente

May


Bueno, pues ahí va mi primer post sobre productos de puericultura. 

Como os dije en mi entrada en este blog, a mí nadie me paga por recomendar una u otra marca, así que podéis estar seguros de que si os recomiendo o no algo, es porque así lo creo personalmente. Porque lo he comprado, lo he usado, y me ha parecido interesante. Por eso todas las imágenes de este post son reales, hechas en mi casa a los productos que uso todos los días.

Llevo tiempo elaborando una esta lista de "imprescindibles" que, si volviera a tener un bebé, tendría seguro a mano. Ha sido difícil, porque el término imprescindible es muy poco preciso, y en el fondo, muy relativo. 

Puede que los productos que hoy os comente a vosotros no os sean útiles para nada, o puede que sí, porque creo que en el fondo depende mucho de cada persona, cada bebé, cada familia y cada estilo de vida

Voy a intentar también sacarle una pega a cada uno de ellos si la hay, puesto que nada es de color de rosa completamente, y tal vez esos "inconvenientes" os sean de más utilidad, casi, que las ventajas.

Aquí os dejo mi lista y mis razones por las que ocupan este lugar.

Biberones Mum

Pese a que yo estaba convencida de que quería darle el pecho a mi bebé, eso no quita para que me rodeara de un ejército de biberones de diferentes marcas, colores y tamaños. Yo a mi hijo tuve que darle suplemento los primeros días, y cerca de que finalizase la baja maternal, fuimos instaurando una lactancia mixta

Así que poco a poco fui metiéndole biberones. Él nunca me rechazó un biberón, le daba igual la marca y la tetina. Pero cuando empezó con los cólicos nos decidimos a buscar unos biberones que los evitasen. 

Miré y leí mucho, y al final me decidí a probar los de la marca Mam.

He de decir que estoy encantada. Compré uno pequeñito, y ahora tengo muchos de varios tamaños y tetinas, y he tirado ese ejército que reuní antes de descubrirlos.

Independientemente de que digan que la tetina tiene una textura como el pecho materno…(pamplinas), lo bueno de estos bibis es:

1º. Se esterilizan en el microondas, impagable durante los primeros meses.
2º. Son de verdad anticólicos. Tienen una válvula muy extraña que hacen que el bebé no tenga que tomar aire para seguir comiendo.
3º. Se desmontan enteros (tienen rosca arriba y abajo) y se friegan estupendamente.

Como pega: cuando los compras, nunca puedes tener el tamaño que quieres en la tetina que necesitas. Te juntas con muchas tetinas 1 y 2, y pocas de 3 y 4, que son las que realmente yo necesito. Además, a partir de cierto volumen ya no son esterilizables en el micro ni anticólicos.

Saquito de semillas


Mi saquito de semillas lo compré en un mercadillo solidario. Me gustó mucho el diseño, y aunque lo compré un poco por hacer una buena obra aportando unos pocos euros, la verdad es que aún no lo necesitaba. Luego me di cuenta de lo útil que me fue durante el embarazo y, posteriomente, con el bebé.

Durante el embarazo lo calentaba en el microondas y me lo ponía en mi dolor de espalda. De hecho, me lo llevaba al trabajo y lo calentaba allí de nuevo. Era realmente cómico transportar mi barriga por la oficina de ida y vuelta a la cocinilla cada dos por tres. No sé que hubiese sido de mi ciática sin él.

Cuando nació mi peque lo he usado principalmente para dos cosas. La primera para calentarle un poco la cuna antes de depositarle con la habilidad y el sigilo de spiderman. La segunda, cuando tuvo la época de los cólicos:  se lo ponía en la tripa, mientras le cogía panza-abajo, y le calmaba bastante.

Así que creo que se merece una posición en mi ranking de imprescindibles.

Como pega: Diré que no puedo lavarlo. No es desenfundable y sospecho que si lo lavo en la lavadora o a mano las semillas se pudrirán (o germinarán) y lo perderé para siempre.


Alimentador de redecilla


Pues fíjate que nunca pensé que este artículo adornara mi lista de imprescindibles. Yo no lo compré, más bien lo heredé. Sirve para meter fruta y demás alimentos para dárselos al bebé y que no se atragante con trozos grandes y pieles.

Yo lo he usado para entretener a mi hijo, lo reconozco. Como apenas me dejaba (o deja) hacer nada, lo ponía en la trona, le daba en la redecilla fruta, galleta, queso…lo que fuese…e iba empujando la trona (menos mal que tiene ruedas) de una habitación a otra mientras fregaba, tendía, me duchaba, etc.

Reconozco que mi peque se vuelve loco comiendo….así que era el señuelo perfecto.

Como pega: Se limpian fatal. Además, el mio me cuesta mucho abrirlo y cerrarlo. Es completamente anti-niños.


Engancha-chupetes

Mi bebé nunca ha querido chupete, así que tengo otro ejército de chupetes que me han regalado apolillándose en un cajón, y por tanto, sus respectivos chupeteros. Chupeteros preciosos, carísimos de plata que te regalan, con su nombre…en fin, para nada.

Por que lo que realmente ha usado han sido estos de tela. Son como de cinta de raso y los he comprado en Aliexpress, baratísimos y con varios enganches para varias posiciones.

Yo los usaba muchísimo para colgarle cosas en el carro y, ahora en la silla. Sobre todo juguetes, el biberón del agua, etc.

Además les he encontrado otra aplicación excelente. Cuando empezamos a darle chuscos de pan, la mitad de las veces el pan acababa en el suelo. Pues le hacía un agujero pasante con el cuchillo,metía la cinta del chupetero y se lo enganchaba a la trona o a donde fuera.

Y además los meto en la lavadora y salen estupendos.

Como pega: Si tira muy fuerte puede desengancharlo….pero pasa igualmente con un sujeta-chupetes normal.


Tijeras de uñas de Mercadona

Otro ya os hablé del pack de aseo de Avent, con el que tengo mis más y mis menos. Pero deciros que de todas las tijeritas para uñas de bebé que he probado, éstas son sin duda las mejores en relación calidad precio.

No os comáis la cabeza, yo le he cortado con ellas las uñas a mi bebé desde la primera semana. Son pequeñitas para maniobrar bien, pero a la vez pueden ser usadas por un adulto sin problemas. Traen una tapita de seguridad para evitar que la "punta" pueda pincharte o romperte un bolso, y a la vez las mantiene limpitas.

Como pega: Podría alegar tontamente que sólo tienen un color...pero no sería justo. Lo siento, no encuentro ninguna.



Transportador de polvos

Bueno, pues yo en mi casa le llamo "transportador de polvos", que creo que es una manera muy acertada y graciosa de llamarle. Este artilugio es fundamental

Aunque quieras darle el pecho durante mucho tiempo, esto va a ser necesario para cereales y demás. Yo meto hasta las galletas! 

Éste de la foto yo lo heredé, y luego me regalaron otros que no son tan buenos. Sé que hay algunos modelos que se empañan y los polvos se quedan húmedos en el agujero de salida, pero a éste eso no le pasa.

De hecho, si lo veis, le he puesto pegatinas estándar para saber que cantidades exactas llevo.

Como pega: Más bien como petición, sería estupendo que pudieses escribir en ellos con un indeleble y luego borrarlo son seguridad. Lo de las pegatinas es un apaño casero, pero un buen diseño bajo estas premisas sería la bomba.

Cuentos (sonidos, texturas y popups)

Estoy enamorada de ellos. Desde el primer día me involucré mucho en que mi hijo supiese qué es un libro y lo valorase. Me hice con varios cuentos de diferentes marcas, pero sin duda los que más le gustan, ahora que tiene el año, son : 

-El Pollo Pepe (Editorial SM): Best Seller donde los haya. Es un cuento cortito en formato popup. 
-Colección de cuentos con sonidos de TimunmasTienen unos sensores pequeñitos en cada página, que al contacto con su dedito pequeño, activan la música.
-Quieres tocar a un monstruo? (Editorial Bruño): Un cuento precioso con texturas de goma y hojas muy gorditas.

Aunque recomiendan a partir de un año, yo se los leo y él participa de ello desde aproximadamente los 5-6 meses. Empezamos con el de los montruos, ¡y las texturas le encantaban! Seguimos con los de sonidos, porque ya sabía buscar los sensores en cada página. Ahora hemos incorporado El Pollo Pepe.

Como pega: El Pollo Pepe se lo tengo que leer de lejos, porque como lo enganche lo rompe. Y tiene muy pocas páginas. Pero lo bueno, si es breve, dos veces bueno.

Sacaleches

Pues yo nunca pensé que lo fuera a usar tanto como lo hago. Yo no me extraje leche nunca para congelarla y hacer un pequeño almacén. De hecho, ya os he dicho que instauré en mi vida una lactancia mixta, con todo el dolor de mi alma, viendo que se acababa la baja maternal.

Lo compré un poco por tenerlo, sobre todo esos primeros días que empiezas a trabajar. Yo tengo el manual de la marca Medela, y reconozco que desde entonces me ha librado de un par de mastitis y que gracias a él puedo decir que sigo dando el pecho.

Como ventajas os diré que es ideal para llevarlo en el bolso, y dentro de que sacarse leche no es algo "cómodo", reconozco que nunca he tenido ningún problema con él. Cumple cada día con su trabajo estupendamente.

Eso sí, recomiendo que, sea cual sea el sacaleches, lo compréis cuando preveáis realmente que lo vais a necesitar. Ahora mismo casi cualquier tienda te lo pone en casa en dos días, y muchas farmacias o centros comerciales ya los tienen.

Como pega: Una de las partes se friega fatal, y yo tengo que fregarlo casi a diario, porque me lo llevo al trabajo y aprovecho al medio día para extraerme un poco. Además, el embudo no cabe en la Babycook para esterilizarlo.

O-ball

Es la pelota más simple que puedas echarte a la cara, pero para mi hijo fue su primer juguete y el favorito durante mucho tiempo. Ahora le gustan otras cosas, pero en aquellos meses no podíamos salir de casa sin su pelota.

La O-ball es un clásico. Es la típica pelota, relativamente flexible, que solamente es una estructura. Esta literalmente llena de agujeros. Y ahí radica su éxito: los bebés la pueden coger perfectamente, aunque sean muy pequeñitos.

Sus manitas enganchaban la pelota sin problemas, se la llevaba a la boca, se la cambiaba de mano...como bien imagináis, la enganchaba a la silla de paseo con un engancha-chupetes de tela.

Como pega: No se puede esterilizar. Aunque pone en las instrucciones que se puede meter en el lavavajillas (yo nunca lo hice).

Termo

El termo, el biberón y el transportador de polvos....el trío perfecto allá donde vayas. Podría ser el slogan de algún espacio publicitario, pero realmente es lo que todas las mamás llevamos en el bolso cuando abandonamos nuestro hogar con los mochuelos.


Muchas veces sales a visitar a alguien y puedes calentar un biberón en un microondas, pero otras muchas estás en la calle, en el campo o en un bar, y la cosa se complica (o se vuelve insalubre), así que tu sacas tu termo con tu agüita calentita y te montas un biberón en cero coma.

El mío tiene una capacidad de 0.5L, y aunque en un principio pensé que a lo mejor era poco volumen, luego me he dado cuenta de que me vale para pasar la tarde o la mañana sin problemas, a un peso asumible.

Como pega: Al menos en mi caso, mi termo tiene un botón en la tapa con el que puedes abrirlo o cerrarlo, sin necesidad de desenroscarlo. Pues el problema es que nunca sabes si ese botón está accionado o no (su posición es la misma en ambos casos). Y en alguna ocasión hemos tenido fugas.

Alargador lavabo

La mayor chorrada que pude comprar en Aliexpress, ahora es mi Ali-Ada.

Lo que yo llamo alargador de lavabo es un pequeño accesorio, en mi caso de goma flexible, que se coloca en el grifo del lavabo y hace que tengas el agua un poquito más cerca.

Pues a mi me salva la vida cada día cuando le lavo las manos, la cara o los dientes, porque no tengo que dejar colgando al niño tan cerca del grifo. Él solito mete las manos en el lavabo y ya casi están rozando el agua.

Como pega: si el bebé se pone borrico y le da un golpe, el agua sale disparada hacia nosotros. Pero es un riesgo asumible frente a las ventajas que aporta.



Bueno, pues tras este larguísimo post, creo que ya está mi lista de 11 imprescindibles que me han ayudado mucho durante este tiempo, y siguen haciéndolo.

Y para vosotros? Qué objeto os ha resultado imprescindible para la mater-paternidad? 

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